20 de Marzo de 2013
Algo tenemos en común: todos buscamos la felicidad!
Hoy, por primera vez, se celebra el Día Internacional de la Felicidad. Causa gracia, sí! hasta que nos detenemos a pensar: "¿estoy siendo verdaderamente feliz? "El lector dirá que la ONU -impulsora de la celebración- tiene mejores cosas que hacer que rendirle honores a un ¿estado? tan huidizo y tal vez hipotético como la felicidad.
"Consciente de que su búsqueda es un objetivo humano fundamental, la Asamblea General decide proclamar el 20 de marzo Día Internacional de la Felicidad", indica el documento, redactado y aprobado el año pasado. La primera pregunta que surge, entonces, es si verdaderamente todos los seres humanos buscamos la felicidad antes que nada. Y desde los primeros filósofos hasta hoy nadie se ha animado a sostener lo contrario.
El secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, subrayó que el mundo necesita un nuevo paradigma económico que reconozca los tres pilares del desarrollo sostenible: social, económico y medioambiental, porque juntos definen nuestra felicidad global. En estos puntos se basa, de hecho, el Índice del Planeta Feliz, que establece un ranking de naciones según su bienestar subjetivo.
La resolución invita a los Estados miembro, a las organizaciones, a la sociedad civil y a todas las personas a celebrar este día, promoviendo actividades concretas, especialmente en el ámbito de la educación. Hasta el momento no se conoció ninguna agenda de festejos, aunque claro, eso no impide que lo puedas hacer por tu cuenta.
En la literatura
La felicidad según Roberto Arlt
El periodista Roberto Arlt escribió un texto llamado "La terrible sinceridad", que se encuentra en "Aguafuertes porteñas". Aquí un breve fragmento.
"Me escribe un lector: 'le ruego me conteste, muy seriamente, de qué forma debe uno vivir para ser feliz'. (...) No mire lo que hacen los demás. No le importe un pepino de lo que opine el prójimo. Sea usted, usted mismo sobre todas las cosas, sobre el bien y el mal, sobre el placer y sobre el dolor, sobre la vida y la muerte. Usted y usted. Nada más. Y será fuerte como un demonio entonces. Fuerte a pesar de todos y contra todos. No importe que la pena lo haga dar de cabeza contra la pared. Interróguese siempre, en el peor minuto de su vida, lo siguiente: ¿soy sincero conmigo mismo?"
Artista de este mundo
Roberto Koch habla de la felicidad
Dijo el filósofo alemán Immanuel Kant: "la felicidad no brota de la razón, sino de la imaginación". ¿Qué es, para un artista, la felicidad? "Te puedo dar una respuesta muy mundana -advierte el plástico Roberto Koch-. La felicidad, a mi modo de ver, es un vasto menú de un enorme restaurante. Cada uno puede elegir cómo ser feliz. Yo, particularmente, soy feliz con compartir tiempo con tres o cuatro seres queridos, con caminar con mi hijo de la mano y también con pintar una obra que en este momento me gusta. Quizás mañana ya no me guste". Para él, la felicidad son pequeños momentos, puntuales. "Lo demás es un estado de bienestar, de estar bien. Pero la felicidad son sólo momentos", confiesa.
La felicidad se contagia
Más vale un vecino feliz que una pareja
"La felicidad depende no sólo de las propias elecciones y acciones, sino también de las realizadas por personas que uno ni siquiera conoce", dijo en 2008 Nicholas A. Christakis, médico y científico social de la Escuela de Medicina de Harvard. Él fue uno de los autores de un trabajo publicado en la revista British Medical Journal, en la que un grupo de expertos concluyó que la felicidad es contagiosa y que no depende sólo de uno mismo. La felicidad, afirma el estudio, puede depender de cuán felices sean los amigos o incluso los amigos de los amigos, aunque uno no los conozca. Dato curioso si los hay: un vecino feliz influye más en nuestra felicidad que el estado de ánimo de nuestra pareja.
El gen de la felicidad
La sonrisa que viene desde adentro
A partir de 2011 quedó claro que la felicidad también recorre nuestras células. Más específicamente, nuestros genes. Ese año, un grupo de científicos de la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres consiguió dar con el "gen de la felicidad", el que sería el principal responsable (mas no el único) del modo de ver nuestra propia vida. Los científicos estudiaron un grupo de 2.574 adolescentes de EE.UU. entre 1995 y 2008. Por un lado, analizaron detalladamente su código genético y, de forma paralela, hicieron cuestionarios con preguntas del tipo "¿hasta qué punto usted está satisfecho con su vida?". Los expertos hallaron una correlación entre las respuestas obtenidas y la variación del gen 5-HTTLPR en las personas estudiadas.
La alegría no es sólo brasileña:
es latinoamericana, Y no depende del dinero
Desde 2006 y cada tres años, la NEF (New Economics Fundations) publica el Índice del Planeta Feliz (HPI, por sus siglas en inglés). Es un valor alternativo de desarrollo, bienestar humano y ambiental, que pone en juego la expectativa de vida, la percepción subjetiva de felicidad y la huella ecológica. El índice se complementa con el Producto Interno Bruto y el Índice de Desarrollo Humano; con esto se descubrió que la economía no es determinante en la felicidad de un pueblo. El año pasado, Costa Rica encabezó la lista de países felices, con un índice 64. Lo siguen Vietnam, Colombia, Belice y El Salvador. La Argentina se encuentra en el puesto 17 con 54.1 puntos, mientras que Brasil, contrariamente a lo que dice la popular frase, está en el puesto 22. De los primeros 20 puestos, 13 países son latinoamericanos. EE.UU. quedó en el puesto 105 de los 151.
"Ser feliz aquí, ahora y así"
Jorge Rovner. Ediciones B, 2013. "Todos los seres vivos poseen el mismo legítimo deseo de ser felices y evitar el sufrimiento, pero pocos entienden los verdaderos caminos de la felicidad", dice el autor, un budista laico, e insiste en que la felicidad depende menos de factores externos que internos.
"Feliz porque sí"
Marci Shimoff. Urano, 2008. La coautora del best-seller "Sopa de pollo para el alma de la mujer" y maestra de "El Secreto", advierte que uno de los pilares fundamentales para ser feliz es tener un propósito en la vida y ser concientes de él. Independientemente del trabajo que hagamos, el propósito es una de las claves de la felicidad.
"En defensa de la felicidad"
Matthieu Ricard. Urano, 2011. El autor se realiza preguntas tales como: ¿es la felicidad el único objetivo de la existencia? ¿Se puede cultivar la felicidad? ¿Cómo distinguir entre placer, alegría y felicidad? ¿Es posible la felicidad? Se trata de un libro fuertemente influido por la filosofía budista y de fácil entendimiento.
Agradecimientos a lagaceta.com.ar en su nota537345 de salud.